La orientación de la casa es importante, pues influirá en el futuro en diversas características de la casa. Dependiendo de la orientación que tenga la casa, ésta será más fría o más calurosa, más iluminada o menos, etc. Estos aspectos aunque no son determinantes, sí es recomendable tenerlos presentes a la hora de adquirir una vivienda.
A continuación vamos a presentarte las diferentes características de las diversas orientaciones que un piso puede tener, mostrando también la repercusión de esta en la casa.
Empezaremos con las viviendas con orientación al este. Éstas ven el amanecer, por lo que reciben la luz del sol a primeras horas de la mañana, dando calidez a la casa. Además, conforme avanza el día el sol va dejando de dar, por lo que a últimas horas del día la casa está más fresca.
Si vives en una zona calurosa durante todo el año la mejor orientación es la norte, ya que de esta manera recibirá más calor en invierno mientras que en verano hará que la temperatura de la vivienda sea un poco más fresca. La orientación al norte trae un consigo una menor luminosidad, cosa que también hay que tener en cuenta.
Las casas con orientación principalmente al sur serán muy luminosas, aunque con la contraindicación de que también serán calurosas. En zonas de frío está orientación es ideal pues reciben muchas horas de sol, lo que hará que la temperatura de la casa aumente. Evidentemente, en zonas calurosas es una orientación que hay que intentar evitar.
Las casas orientadas al oeste son favorables para personas que pasan la mayor parte del día fuera de casa y que sólo están en ella por la tarde/noche. Esta orientación hace que los últimos rayos de sol iluminen las piezas de la casa y caldeen un poco el ambiente. Es una orientación ideal para familias sin pequeños.
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